"Kite Kits de Isabel de Laborde: Un modelo para armar", 2014, Laura Isola

Kite Kits de Isabel de Laborde. Un modelo para armar

Las obras recientes de esta artista mexicana y francesa con residencia de más de 30 años en la Argentina forman una serie en el sentido más estricto de la palabra. Por un lado, son piezas que construye con papeles que pinta, tiñe y graba, con pigmentos, tintas y colores, y a los que les construye marcos irregulares con madera balsa. Con ese mismo material, arma figuras que van adheridas a las otras y que, por medio de imanes, va “pegando”.  Este trazado, los marcos irregulares y las figuras geométricas remedan a las innovaciones del arte geométrico argentino y la ligan, imaginariamente, al grupo Madí como una aproximación tenue y contemporánea. Por el otro, Laborde busca, en su propia producción artística, obras en papel que utiliza para esta experiencia que la vincula con varias disciplinas al mismo tiempo. Con la arquitectura, en la fase proyectual y con sus materiales, la madera balsa, las maquetas; con las tintas que produjo, paciente y delicada, durante muchos años; con la escultura que forma parte de su quehacer artístico. Allí, en ese intersección, es que Laborde pasa de lo geométrico a lo orgánico. Hay un gesto de pliegue y repliegue tanto en la concepción de la obra como en su realización. En ese sentido, el montaje de cada uno de las obras es aleatorio e intercambiable. Justamente, porque trabaja en una zona que permite la intervención del espectador: lo vuelve participante, en la buena tradición de arte que propició esto como el  Neoconcretismo brasileño, por citar un ejemplo.  Pero, también, la vincula con la experimentación literaria: Rayuela, de Julio Cortázar y su texto más extremo 62 modelo para armar que, como se sabe, tiene su génesis en el capítulo 62 de la novela antes mencionada. A diferencia de Cortázar que es desafiante con sus lectores: casi como un “a ver quién se atreve”, Isabel es dulce y seductora en su invitación. Las partes que componen cada Kite Kit invitan a un juego, a un dejarse llevar por la imaginación sin tablero de dirección puesto de antemano. Lo que sí la une con el escritor argentino es la mezcla y el pasaje, tanto de lenguas como de lugares: del francés al español en sus variantes latinoamericanas; de Francia a Buenos Aires y la Patagonia, donde alterna entre la ciudad y el campo más radical de todos.  Son obras de pasaje porque no resumen fragmentos sino que los sutura bajo una nueva unidad sin perderse ningún sentido: está la pintora, la escultora, la diseñadora, la colorista. La mujer artista que abre los anaqueles de su pasado artístico, selecciona, recombina, se enamora nuevamente de sus trabajos. Sin embargo, es como si les hubiera quitado peso. O se hubiera quitado un peso de encima. Estas obras son una proclama para la levedad. Ella las llama Kites, barriletes o cometas. Pero podemos pensar en alas transparentes como las de las libélulas. O en las mariposas que exhiben diseños y colores, mientras aletean. Lo cierto es que la fantasía toma vuelo frente a estos Kite Kits. Ya que su autora nos brinda un equipo, todos los adminículos necesarios, para que seamos artistas por un rato.

Laura Isola